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::subline::Michael Anders lo hizo de forma diferente::/subline::
::introtext::La autopista A8 entre Ausburgo y Múnich pertenecen a los tramos de autopista más transitados de toda Alemania. Diez mil trabajadores acuden diariamente en masa a Múnich. Uno de ellos es Michael Anders, formado como mecánico de coches y hoy vendedor en una gran casa de automóviles. Él vivió innumerables averías y accidentes en los últimos años y también muchos curiosos que a menudo le enfadaban. Así reflexionó sobre la seguridad y la prestación de auxilio en esos casos. Además Michael Anders era entrenador de seguridad de vehículos en el servicio de carreteras ADAC.
La genial idea le vino en verano de 2007 como un relámpago: ¿por qué no se reconocen antes los vehículos averiados? ¡A menudo ya se había hecho esa pregunta, ahora sabía la respuesta: un cubo SOS en el techo del coche! ¡La advertencia debería ser visible desde muy lejos! Esto ayudaría a evitar muchas maniobras de freno tardías y accidentes por choque.
Se trasladó a diferentes situaciones y llegó a la conclusión: „las instalaciones de advertencia anteriores muestran solo acontecimientos pero no exigen prestación de ayuda concreta. Un triángulo de señalización se coloca „solo“ en la carretera y además se esconde a menudo mediante vehículos que van circulando delante. Su cubo SOS sería diferente.
Michael Anders lo hizo de otra manera: se sirvió de palabras clave y símbolos que cualquiera puede también entender desde una gran distancia. Las primeras pruebas comenzaron sin embargo con un cubo en la que solo se leía una palabra: „Ayuda“. Y esto no perdería de inmediato su efecto. El primer cubo esbaba compuesto de un artículo de publicidad inflable con material reflectante y sobre él tenía un adhesivo con la palabra escrita „Ayuda“. Con esta primera construcción del cubo hecha a mano en el maletero, Michael Anders condujo por carreteras secundarias y montó el cubo en el techo para hacer las primeras fotos. Los conductores que se iban acercando reaccionaban de forma rápida: la mayoría paraba de inmediato y preguntaba si podían prestar su ayuda. Después de romperse la cabeza, vio su idea espontáneamente aprobada. Sin embargo, ¿cómo podría hacer madurar en el mercado esa idea, seguir desarrollando para cualquiera un producto asequible y finalmente venderlo? Estaba ante una montaña de preguntas. Entonces se le cruzó de forma inesperada un programa de televisión como ayuda: Michael Anders ganó en el 2009 el primer premio en el proceso de selección de SAT1.
Desde entonces han transcurrido cuatro años más dedicados al desarrollo y se han salvado muchos obstáculos. Se encontró un lugar de producción adecuado para del cubo SOS y finalente también se ha alcanzado mediante la ITV el sello de calidad anhelado.
El dado SOS está disponible por el momento solo para comerciantes especializados y debe autorizarse para la venta libre en 2014.::/introtext::